Descubre qué auto superó el millón de kilómetros con solo dos revisiones de motor
Gracias a un mantenimiento riguroso y piezas originales, este vehículo logró este hito sin reemplazar el motor.
Recorrer más de un millón de kilómetros con un vehículo es un logro poco común. Sin embargo, este hito se alcanzó gracias a un Ford Verona GLX de 1990, propiedad de Creso Peixoto, un ingeniero civil brasileño. Durante más de tres décadas, este sedán compacto demostró una durabilidad excepcional, marcando un récord en fiabilidad y mantenimiento.
El Ford Verona, desarrollado para el mercado sudamericano y basado en el Ford Escort europeo, destaca por su motor de 1.8 litros. Este modelo, fabricado en la década de 1990, combina eficiencia y robustez. Su propietario, Creso Peixoto, adquirió el vehículo en 1992 y desde entonces mantuvo un control riguroso de su mantenimiento. Según explicó a AutoBild, llevó un registro detallado de los gastos y reemplazos de piezas, similar al método empleado en aeronaves, su otra pasión.
Peixoto inicialmente buscaba alcanzar los 200.000 kilómetros, pero al notar el rendimiento del coche, amplió su meta a 500.000 y, finalmente, al millón de kilómetros. En 2019, tras 32 años de uso, logró este objetivo sin reemplazar el motor del vehículo. Durante este tiempo, el Verona consumió 235 litros de aceite, cambió sus ruedas 46 veces y solo requirió dos revisiones de motor, a los 247.000 y 531.000 kilómetros. Nunca fue necesario un cambio de motor, un hecho destacable que resalta la calidad de los materiales originales del automóvil.
El coste de mantenimiento del Ford Verona también es digno de mención. Según Peixoto, el gasto promedio por kilómetro recorrido fue de $0,14 dólares, un dato notablemente bajo para un coche con un uso tan intensivo. Su rutina de viajes, que lo llevó a recorrer más de 4.000 kilómetros al mes, fue clave para alcanzar esta marca histórica.
A pesar de su fiabilidad, Peixoto considera retirar el coche de circulación debido a la falta de sistemas de seguridad modernos, como airbags. Este hecho resalta la evolución de la industria automotriz en términos de seguridad, aunque también subraya la durabilidad de los vehículos fabricados en décadas pasadas.
El caso del Ford Verona y Creso Peixoto es un ejemplo de cómo un mantenimiento meticuloso y un diseño robusto pueden extender la vida útil de un automóvil.