La grave acusación que Apple recibe de Spotify

Spotify culpó a Apple de realizar un cambio en la tecnología de control de volumen que afecta a los usuarios de iOS que utilizan Spotify Connect. Según Spotify, esta modificación podría violar la Ley de Mercados Digitales de Europa, que exige que las grandes empresas tecnológicas permitan la interoperabilidad con servicios de terceros.

Antes del cambio, los usuarios de iOS podían ajustar el volumen de su música transmitida a dispositivos conectados mediante los botones físicos del iPhone. Sin embargo, tras la actualización de Apple, esta opción ya no está disponible.

En lugar de los botones físicos, los usuarios de Spotify iOS ahora deberán utilizar el control deslizante de volumen en el menú de Spotify Connect dentro de la aplicación. Es importante destacar que esta restricción no afecta a los usuarios que controlan el volumen a través de Bluetooth o AirPlay, ni a los usuarios de dispositivos Android. El cambio entrará en vigor a nivel mundial a partir del 3 de septiembre.

Spotify argumentó que esta decisión de Apple podría ser una violación del artículo 6(7) de la DMA, que exige a los "guardianes" del mercado, como Apple, que permitan a los proveedores de servicios externos y a los desarrolladores un acceso efectivo y gratuito a las mismas funciones de hardware y software disponibles para sus propios servicios. Según Spotify, esta falta de interoperabilidad impide a los desarrolladores externos, como ellos, ofrecer una experiencia similar a la que proporciona Apple Music en sus dispositivos.

La empresa también señala que solicitó a Apple una solución que permitiera a los desarrolladores externos utilizar la misma tecnología de control de volumen que se emplea en dispositivos como el Apple HomePod o el Apple TV. Sin embargo, Apple respondió que para acceder a esta tecnología, las aplicaciones deben integrarse con el HomePod. Esta respuesta implica que Spotify no puede ofrecer el mismo nivel de control de volumen en iOS que Apple Music, difiriendo de cómo otras empresas como Google y Samsung gestionan la interoperabilidad con sus tecnologías.

La empresa con sede en Estocolmo también señaló que la tecnología que usaba para Connect ya presentaba problemas antes de ser descontinuada, incluyendo errores como picos de volumen.