Saint Seiya y una historia jamás contada: la leyenda del décimotercer Caballero Dorado

Saint Seiya y una historia jamás contada: la leyenda del décimotercer Caballero Dorado

La presencia de un decimotercer Santo de Oro fue una especie de leyenda en la serie, pero aquí te contamos toda la verdad e historia de este caballero.

Ernesto Gutiérrez

Ernesto Gutiérrez

De niños y conforme vimos la serie de Los Caballeros del Zodiaco, la presencia de un decimotercer Santo de Oro fue una especie de leyenda que indicaba que no eran sólo doce Caballeros Dorados, sino trece, pero este último era venerado por los mortales al grado de considerarlo un Dios, lo que habría provocado los celos de las verdaderas deidades que lo persiguieron hasta borrarlo del mundo y de las memorias de los humanos.

No obstante, no fue sino hasta la llegada de Saint Seiya Next Dimensión #10, publicado en el año de 2016, que Masami Kuramada, el creador de la franquicia, revela la identidad y sobre todo, la historia de fondo del Caballero de Oro, considerado un “guerrero legendario” en el mundo de esta serie y manga.

La leyenda del decimotercer Caballero Dorado.

“Según cuenta la leyenda, en la época del mito había un décimo tercer templo en el Santuario. Era el templo del portador de la serpiente. Se encontraba en medio del templo del Escorpión Celestial y del Centauro. El guardián del templo del portador de la Serpiente era el más benevolente, sabio y valiente de los trece Santos Caballeros  de Oro. Pero su acto más noble era que podía salvar a las personas de las enfermedades que los afligían ya que podía curar a cualquier herido, la gente había llegado al extremo de llamarlo un Dios. Sin embargo, no pasaría mucho tiempo para que se volviese arrogante y se volviese realmente un Dios. Al recibir la ira de los dioses, fue perseguido en el Santuario y su propia existencia fue borrada”, es la descripción oficial del Santo de Ofiuco, la cual fue narrada en la historia por Shijima a Cardinale.

Este es el manga donde conocemos a Odysseus y sobre todo, su verdadera identidad. Se trata de la reencarnación de Asclepios, quien es el décimo tercer Santo de Oro, cuyo registro fue borrado por completo. En realidad, Odysseus comienza siendo un Santo de Plata de la constelación de Ofiuco en el Siglo XVIII y posteriormente resurgido como la reencarnación que mencionamos anteriormente y aquél a quien Suikyo refiere como el “trece”.

Odysseus, el decimotercer Caballero Dorado.

La leyenda cuenta que si este “Caballero Dorado Legendario” resucitaría y la destrucción llegaría al Santuario, lo que finalmente sucede. En el Siglo XVIII Asclepios fue resucitado  tomando el cuerpo de Odysseus, y no sólo esto, las señalas de su renacimiento comenzaron a aparecer en todo el mundo. Para comenzar, el Santuario fue invadido por serpientes —su símbolo— que proclaman la resurrección del treceavo guerrero dorado que le pide al resto de los Santos de Oro que se unan a él y derroquen a Atena.

Con la resurrección de Asclepios, el universo se estremece, la Tierra y el cielo temblan y el Santuario comienza a desmoronarse por el resurgir del Templo de Ofiuco, ya que después de su resurrección, lo que seguiría era la destrucción de toda la existencia. Sin embargo, después del resurgimiento del Legendario Templo del Portador de la Serpiente, la liberación de una extraña energía comenzaría a curar y dormir a casi todos los santos.

En el presente de la serie, esta resurrección comienza a afectar a Shaina, la Santo de Plata de esta constelación.

Hyoga, con Atena en brazos, entra en el templo cayendo dormido también. Cuando despierta se encuentra con una serpiente gigante que le anuncia que su maestro pronto volverá además de explicarle que en este templo se curan a todas las personas, sin importar si son enemigos o aliados. La gran serpiente decide devorar a Atena, pero esto fue para que el veneno que la afectaba no terminará matándola. Después de ello, la coloca en un huevo informándole a Hyoga que su vida —o muerte— dependía de la decisión de Odysseus.

Entonces es cuando la gran serpiente revela que ha estado protegiendo la Armadura Dorada de Ofiuco desde la época del mito, liberándola por fin y dejando en claro que así terminó su misión en este mundo. Declarando que por fin descansará en paz, esta y todas las serpientes que invadieron el santuario, comienzan a desaparecer. La Armadura de Ofiuco viajó a la tumba de Odysseus en la tumba del Santuario, haciendo que el guerrero resucitara portando la legendaria treceava Armadura de Oro.

Caballeros Dorados.

En el presente de la serie, esta resurrección comienza a afectar a Shaina, la Santo de Plata de esta constelación, quien es controlada por el cosmos de Asclepios y comienza a actuar de forma extraña. Ella es quien revela las ruinas del Templo de Ofiuco y revela la existencia de su Armadura Dorada. Marín está con ella cuando ocurre esto y luego de que Shaina sea poseída, comienzan una dura batalla que termina con Shaina inconsciente.

Marin sostiene a su amiga, que ahora está en calma y se pregunta insistentemente que será lo que ocurrió antes en este templo.

Hay que aclarar que la existencia de un Santo de Oro Trece no es un invento de Kurumada, pues hace años la constelación de Ofiuco fue agregada de forma oficial al Zodiaco. Cuando el autor hizo al portador de Ofiuco como un Santo de Plata, la constelación aún no era parte del Zodiaco.

 

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