Lo que nunca te contaron en Dragon Ball: por qué Goku nunca revivió a Raditz con las Esferas del Dragón

En el extenso y fascinante universo de Dragon Ball, las resurrecciones han sido una constante a lo largo de la narrativa. Desde héroes como Krilin y Goku hasta antiguos antagonistas como Vegeta y Freezer, muchos personajes han tenido una segunda oportunidad en la vida gracias a las Esferas del Dragón. Sin embargo, hay un nombre que siempre ha estado ausente de esta lista de retornos: Raditz, el hermano mayor de Goku.

Raditz debutó en Dragon Ball Z como el primer gran villano de esta nueva etapa. Su llegada no solo marcó el inicio de una trama más compleja, sino que también reveló el origen Saiyajin de Goku. En su única aparición en la serie, Raditz se enfrentó a su hermano y a Piccolo, muriendo a manos de este último tras un enfrentamiento épico que culminó con el sacrificio de Goku.

A pesar de la importancia de su introducción en la narrativa, Raditz no volvió a la vida, ni siquiera cuando las Esferas del Dragón ofrecieron múltiples oportunidades para resucitar a personajes clave. Esto plantea una pregunta intrigante: ¿por qué Goku nunca mostró interés en traer de vuelta a su único hermano biológico?

Una de las teorías más aceptadas entre los fanáticos es la ausencia de una conexión emocional significativa entre Goku y Raditz. A diferencia de sus relaciones con personajes como Krilin, Bulma o incluso Vegeta, el vínculo entre Goku y Raditz era prácticamente inexistente. La breve interacción entre ambos estuvo marcada por la hostilidad, lo que probablemente hizo que Goku no sintiera un deseo genuino de resucitarlo.

Además, Raditz no mostró ningún indicio de redención durante su tiempo en pantalla. Mientras que otros villanos como Vegeta o Piccolo evolucionaron para convertirse en aliados y amigos de Goku, Raditz nunca tuvo esa oportunidad, lo que dificultó que su hermano lo considerara digno de regresar a la vida.

Raditz fue diseñado para ser una amenaza introductoria, un catalizador que expandiera el universo de Dragon Ball Z. Su carácter despiadado y su rol como emisario del imperio Saiyajin lo convirtieron en un antagonista memorable, pero su impacto fue breve en comparación con otros villanos de la serie. Esta naturaleza transitoria de su personaje podría explicar por qué Akira Toriyama nunca lo incluyó en futuras tramas o demostró su resurrección.