Dragon Ball: esta es la razón por la que los primeros hijos del Rey Piccolo fueron demonios y no namekusei

Entre los fascinantes personajes de Dragon Ball, los namekianos se destacan por su aspecto inconfundible, compartiendo similitudes físicas con muy ligeras diferencias entre ellos. Sin embargo, una pregunta que ha intrigado a los fanáticos durante años es por qué los primeros hijos del Rey Piccolo no compartieron estas características distintivas de su especie.
En los primeros capítulos de la serie, el Rey Piccolo se erigió como el primer gran villano que desafió a Goku. Para alcanzar sus oscuros objetivos, el Rey Piccolo contó con el apoyo de sus cuatro primeros hijos: Piano, Tambourine, Cymbal y Drum. Aunque cada uno presentaba diferencias notables entre sí, compartían aspectos físicos como piel escamosa, alas y garras, marcando una divergencia con el diseño establecido para Piccolo por Akira Toriyama.
Tras su derrota, el Rey Piccolo dio a luz a un nuevo vástago, conocido como Piccolo Jr. o Majunia, un personaje icónico en la serie. Más adelante, se reveló que Piccolo Jr. era un descendiente de la especie de los namekianos, compartiendo sorprendentes similitudes físicas con ellos. Esto llevó a los fanáticos a cuestionarse por qué los primeros hijos del Rey Piccolo no heredaron estas características.
Numerosas teorías surgieron, desde la idea de que eran namekianos mutantes hasta la especulación de que nacieron con esas características debido a la maldad en sus corazones. Sin embargo, la respuesta real es más simple: en aquel entonces, Akira Toriyama no tenía la idea de que más adelante crearía la raza alienígena de los namekianos.
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Esta inconsistencia narrativa se suma a otras peculiaridades presentes en Dragon Ball, como la desaparición de personajes como Lunch o la ausencia de animales antropomórficos. Las obras de Toriyama, además de sus emocionantes tramas y diseños impresionantes, se caracterizan por estos agujeros argumentales.
A pesar de estas inconsistencias, los fans perdonan a Toriyama, ya que sus historias forman parte de la infancia de muchos amantes del anime. Dragon Ball sigue siendo una obra querida y recordada, demostrando que la magia de la serie va más allá de las pequeñas imperfecciones narrativas.