¡Increíble! StarCraft podría regresar... pero sin Blizzard: ¿un nuevo juego en camino?

La icónica saga de estrategia en tiempo real, StarCraft, podría estar a punto de resurgir, aunque no precisamente de la mano de Blizzard Entertainment. A pesar de que la compañía ha sido cautelosa con su catálogo de franquicias, la presión de los jugadores y el interés de importantes desarrolladoras asiáticas podrían dar un giro inesperado al destino de esta legendaria serie.

Desde su lanzamiento en 1998, StarCraft se consolidó como un pilar del género RTS (Real-Time Strategy), marcando hitos en la industria y convirtiéndose en un fenómeno cultural, especialmente en Corea del Sur. Sin embargo, la última entrega de la saga, StarCraft II: Wings of Liberty, llegó en 2010 y, aunque ha mantenido una comunidad activa a lo largo de los años, Blizzard no ha dado señales de un posible StarCraft III. Con 15 años de espera y sin anuncios oficiales, la incertidumbre sobre el futuro de la saga ha dado pie a nuevas alternativas.

Si bien Blizzard parece no tener planes inmediatos para retomar StarCraft, empresas de renombre en la industria del videojuego han mostrado un interés creciente por la franquicia. Compañías como NC Soft (Guild Wars, Lineage), Nexon (Counter-Strike Nexon, The First Descendant), Krafton (PUBG, inZOI) y Netmarble (The King of Fighters AFK) han surgido como posibles candidatas para desarrollar un nuevo título basado en el universo de los Terran, Zerg y Protoss.

Este entusiasmo no es casualidad: en Corea del Sur y China, StarCraft sigue siendo más que un simple juego, es una institución dentro de los esports y la cultura gamer. El fervor por una nueva entrega ha llevado a especulaciones sobre la posibilidad de que Blizzard ceda los derechos de desarrollo a terceros, algo que, de concretarse, podría marcar un antes y un después en la industria.

A pesar del interés externo, la decisión de licenciar StarCraft a otra compañía no es sencilla. Blizzard se enfrenta a una disyuntiva: permitir que un estudio externo desarrolle una nueva entrega o mantener el control absoluto de la franquicia a riesgo de dejarla en el olvido por más años. Ceder la licencia sentaría un precedente peligroso, ya que abriría la puerta a solicitudes similares para otras sagas clave como Warcraft o Diablo.

El dilema se intensifica con la presencia de Microsoft en la ecuación. Desde que la empresa de Redmond adquirió Blizzard en 2023, las decisiones sobre sus franquicias están marcadas por la necesidad de rentabilidad. Con la estrategia de Microsoft de expandir su ecosistema de juegos, no sería descabellado pensar en un movimiento que busque capitalizar el enorme potencial de StarCraft, incluso si ello implica delegar su desarrollo.

La idea de un StarCraft desarrollado fuera de Blizzard genera opiniones divididas. Por un lado, la posibilidad de ver una nueva entrega mantiene vivas las esperanzas de los fans. Por otro, existe el temor de que una versión creada sin la supervisión directa de Blizzard pueda no estar a la altura de la calidad y profundidad estratégica que caracterizó a las entregas anteriores.

Mientras tanto, la comunidad gamer sigue esperando un anuncio oficial. ¿Será StarCraft la primera gran franquicia de Blizzard en ser delegada a un estudio externo bajo la tutela de Microsoft? ¿O se mantendrá como una joya exclusiva dentro del legado de la compañía? Lo único seguro es que, aunque Blizzard parezca renuente a revivir la saga, su impacto en la industria y el deseo de los jugadores mantienen su nombre más vivo que nunca.