No deberías dejar que tus hijos usen Telegram sin antes saber esto...
Telegram, popular entre usuarios de todas las edades, presenta riesgos importantes para menores debido a la falta de controles parentales, exposición a contenido inapropiado y limitaciones en la privacidad.
Telegram, una de las aplicaciones de mensajería más populares, plantea riesgos para menores debido a la falta de controles. Aunque ofrece funciones avanzadas como chats secretos y mensajes que se autodestruyen, estas características también facilitan escenarios potencialmente peligrosos. De acuerdo a los expertos en seguridad digitial de Qustodio, existen 5 motivos por los que tus hijos no deberían tener acceso a la App de Mensajería.
Falta de control parental
A diferencia de aplicaciones diseñadas para niños, Telegram no incluye funciones de control parental. Esto impide a los padres monitorear las actividades de sus hijos o restringir el acceso a ciertos contenidos. Según un análisis de la plataforma de seguridad Qustodio, esta carencia expone a los menores a riesgos que no siempre son evidentes.
Características avanzadas, pero riesgosas
Los chats secretos y los mensajes que se autodestruyen son herramientas útiles para quienes buscan privacidad. Sin embargo, estos mismos elementos dificultan la supervisión parental, lo que podría ser aprovechado para actividades inapropiadas o peligrosas.
Exposición a contenido inapropiado
Telegram permite la creación de grupos y canales con hasta 200,000 miembros y admite el intercambio de archivos de gran tamaño. Esto significa que los menores pueden acceder fácilmente a contenido no moderado, como material no apto para su edad. Sin una regulación estricta, la exposición a estos riesgos es considerablemente alta.
Problemas de privacidad y seguridad
Aunque Telegram es conocida por su enfoque en la privacidad, no todos sus mensajes están cifrados de extremo a extremo por defecto. Según expertos en ciberseguridad, esta limitación puede dejar a los menores vulnerables a la interceptación de sus comunicaciones, lo que representa un riesgo adicional.
Falta de verificación de edad
La plataforma establece una edad mínima de 16 años para registrarse, pero no verifica la edad de los usuarios al momento de la inscripción. Esto permite que menores accedan a la aplicación sin restricciones, aumentando las posibilidades de contacto con contenido o personas inapropiadas.
En comparación con otras aplicaciones como WhatsApp o Messenger Kids, que ofrecen herramientas más sólidas de supervisión y control parental, Telegram queda rezagada en términos de seguridad para menores.