El problema que Toyota no quiere admitir con este modelo
Tras el lanzamiento de un vehículo con carga de hidrógeno, este es el inconveniente que afectaría sus ventas.
Toyota se enfrenta a un desafío con un modelo específico que, hasta el momento, la compañía no está dispuesta a reconocer. Este problema, que no ha sido públicamente admitido por la marca, plantea interrogantes sobre la dirección futura del nuevo modelo eléctrico en cuestión y cómo Toyota abordará las preocupaciones que lo rodean.
El Toyota Mirai 2024 destaca como un automóvil eléctrico único, siendo el más asequible que supera las 400 millas por carga y opera con hidrógeno. En su segunda generación este sedán presenta un diseño distintivo y tratamientos de cabina de lujo inigualables en la línea de la marca. Aunque Toyota continúa respaldando y mejorando la tecnología de celdas de combustible, aún posee detractores. El principal motivo está relacionado con su disponibilidad que se limita al sur de California, el único lugar del país con estaciones de servicio de hidrógeno, lo que restringe significativamente su alcance geográfico.
El Mirai se impulsa mediante un sistema de propulsión eléctrico de pila de combustible que convierte el hidrógeno en electricidad, ofreciendo una experiencia de conducción única. Con 182 caballos de fuerza y una transmisión directa, el Mirai alcanza los 60 mph en 9,1 segundos, según Toyota. A pesar de la potencia aparentemente inferior, su entrega de potencia inmediata y el chasis de tracción trasera brindan un nivel sorprendente de agilidad, manteniendo al mismo tiempo una conducción refinada y compuesta, especialmente en entornos urbanos.
A pesar de sus características únicas y la mejora continua por parte de Toyota, el Mirai enfrenta críticas por su potencia por debajo del promedio y una aceleración considerada débil por algunos. Además, su disponibilidad limitada a California plantea desafíos para aquellos que buscan opciones de carga en otros estados de Estados Unidos.
El Mirai, al ser exclusivo para California, se presenta como una opción viable para aquellos en la región, pero sus restricciones de carga fuera del estado lo hacen menos adecuado para viajes largos en otras partes de Estados Unidos. Esta limitación geográfica podría afectar su popularidad en el mercado del país.