El pequeño auto de Dodge es la sensación en México
Basándose en un auto de origen chino, este vehículo llega a Latinoamérica con una propuesta que viene funcionando desde hace años.
En México, Dodge mantuvo su presencia en el segmento de autos pequeños con el modelo Attitude, un vehículo que cambió de identidad varias veces a lo largo de su historia. Originalmente, el Attitude se basó en el Hyundai Accent, luego en el Mitsubishi Mirage, y ahora, con el Mirage próximo a salir de producción, Dodge optó por una nueva dirección para la siguiente generación del Attitude.
El modelo que reemplazará al Mirage será el GAC-Trumpchi Empow, un sedán compacto fabricado en China, que se venderá en México bajo la marca Dodge.
El Empow, que se convertirá en el Dodge Attitude, recibe actualizaciones en comparación con su predecesor. Este nuevo modelo contará con un motor turbo de cuatro cilindros en línea de 1.5 litros, que generará 168 caballos de fuerza y 199 libras-pie de torque. Esta configuración supuso un avance notable respecto al modelo anterior, que utilizó un motor de tres cilindros y 1.2 litros, ofreciendo solo 76 caballos de fuerza y 74 libras-pie de torque. El Attitude 2025 incluirá una transmisión de doble embrague de siete velocidades, lo que mejorará la experiencia de manejo, especialmente en las difíciles carreteras montañosas de México.
El rediseño del Attitude no se limitó a su motorización. Si el diseño del Empow en el mercado chino es una indicación, el nuevo Dodge tendrá un exterior más agresivo, una cabina digital para el conductor y una pantalla táctil central de 10,25 pulgadas, características que lo alinean mejor con la estética y el enfoque tecnológico de la marca Dodge.
Este cambio de origen, de un modelo japonés a uno chino, reflejó una tendencia creciente en la industria automotriz global. Stellantis, la empresa matriz de Dodge, ya tuvo éxito en México con otro modelo chino rebautizado, el Dodge Journey, que también es fabricado por GAC. Esta estrategia de importar vehículos fabricados en China permitió a Stellantis liberar capacidad de producción en México para centrarse en el mercado estadounidense, más lucrativo.