Optimización de la nube en 2025: una prioridad clave para las empresas
La optimización de la nube en 2025 se vuelve crítica para mejorar costos, seguridad y rendimiento frente a cargas cada vez más exigentes.
Por qué las empresas no pueden permitirse ignorar la optimización de la nube en 2025
En 2025, la optimización de la nube será una prioridad para las empresas. Las organizaciones necesitan infraestructura flexible, eficiente y segura para sostener cargas de trabajo más intensivas, como inteligencia artificial y análisis en tiempo real.
La demanda de servicios digitales continúa en aumento. Según Flexera, el 72% de los líderes de TI ya prioriza la optimización de la nube como estrategia de ahorro. Además, casi la mitad de las cargas de trabajo se ejecutan en la nube pública.
Costos, seguridad y rendimiento, los pilares de la estrategia
Las cargas en la nube ahora exigen soluciones más especializadas. Las infraestructuras tradicionales no logran satisfacer las necesidades de modelos de IA o sistemas de alto rendimiento. Esto genera un consumo innecesario de energía y mayores costos.
A su vez, crece la presión para mejorar la seguridad en la nube. El hardware optimizado ofrece tecnologías como la computación confidencial, que protege los datos incluso mientras se usan. Esto resulta clave frente al aumento de ciberataques complejos.
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La computación en la nube ha sido durante mucho tiempo la columna vertebral de la infraestructura digital moderna, construida principalmente en torno a la computación de propósito general. Sin embargo, las soluciones de nube genéricas están quedando obsoletas rápidamente en un entorno empresarial cada vez más dominado por cargas de trabajo de inteligencia artificial y computación de alto rendimiento (HPC). Las soluciones heredadas en la nube tienen dificultades para satisfacer la intensidad computacional de los modelos de aprendizaje profundo, lo que impide a las organizaciones aprovechar plenamente los beneficios de sus inversiones.
Al mismo tiempo, las arquitecturas nativas de la nube se han convertido en el estándar, ya que las empresas se enfrentan a una creciente presión para innovar, reducir el tiempo de comercialización y optimizar los costos. Sin una infraestructura optimizada para la nube, las organizaciones corren el riesgo de perder ventajas operativas clave, como maximizar la eficiencia del rendimiento y minimizar los riesgos de seguridad en un entorno multi-nube, lo que en última instancia anula los beneficios de la adopción de la tecnología nativa de la nube.
Además, ejecutar cargas de trabajo de IA a escala sin una infraestructura de nube optimizada conduce a un consumo de energía innecesario, lo que aumenta tanto los costos operativos como el impacto ambiental. Esta ineficiencia representa una carga para los recursos financieros y debilita los objetivos de sostenibilidad corporativa, los cuales están siendo observados cada vez más de cerca por los grupos de interés que priorizan las iniciativas ecológicas.
Más allá de las mejoras en el rendimiento, la seguridad es otra consideración crítica, aunque a menudo subestimada, al seleccionar hardware optimizado para la nube. El hardware optimizado para la nube suele ofrecer un sólido conjunto de funciones de seguridad avanzadas, como la computación confidencial. Estas tecnologías garantizan que los datos sensibles permanezcan cifrados incluso mientras están en uso, lo que reduce el riesgo de ataques físicos a los DIMM (Módulos de Memoria Dual en Línea) o amenazas virtuales en entornos de infraestructura hiperconvergente.
A medida que los riesgos de filtraciones de datos continúan aumentando —tanto en términos financieros como de reputación—, las organizaciones deben reconocer que dejar los entornos en la nube sin protección ya no es una opción. El aumento de amenazas cibernéticas sofisticadas, desde hackers independientes hasta actores financiados por estados-nación, convierte la seguridad reforzada en la nube en una prioridad no negociable.
Modernización y nuevos lanzamientos
Oracle y Google ya dieron pasos en esta dirección. Las nuevas instancias Oracle E6 Standard con procesadores AMD EPYC ofrecen hasta un 33% más de capacidad de cómputo y memoria. Google Cloud, por su parte, presentó las VM C4D con hasta un 80% más de rendimiento por vCPU respecto a generaciones anteriores.
Estas mejoras demuestran que invertir en optimización no solo reduce riesgos y costos. También impulsa la innovación y fortalece la base digital de las empresas en un contexto cada vez más competitivo.