Bitcoin está consumiendo más electricidad que este país

Bitcoin es una criptomoneda digital que se ha apoderado de Internet. No requiere que se use en forma física o a través de un banco, y su creación se debe a un proceso llamado minería. 

La minería consiste en utilizar poderosos componentes informáticos, en particular tarjetas gráficas, para verificar las transacciones de bitcoins, un proceso que luego crea bitcoins para el usuario final. 

Debido al aumento reciente del precio de Bitcoin, los mineros de todo el mundo están conectando plataformas informáticas que consumen mucha energía para crear la moneda encriptada, que tiene un suministro limitado antes de que no se puedan crear más.

Cambridge Bitcoin Electricity Consumption Index (Índice de Consumo de Electricidad de Bitcoin de Cambridge) se estableció para rastrear el consumo de energía de estos proceso a nivel mundial. Es una estimación que se toma y se compara con otros usos de la electricidad, para demostrar el enorme impacto de las criptomonedas.

La actualización más reciente sugiere algunas estadísticas alucinantes: Bitcoin ahora consume 121.36 teravatios por hora en electricidad cada año, un número que ahora es más alto que el consumo de energía de Argentina y le pisa los talones a Noruega. 

Si clasificamos a Bitcoin como un país, ocupa el puesto 30 en el mundo y consume casi el 0,5% de la producción de energía mundial.

Actualmente a $47700 dólares, Bitcoin continúa subiendo de precio. A medida que la oferta disminuye, grandes nombres de la industria y celebridades están invirtiendo. Tesla, del magnate Elon Musk, compró $1.5 billones en Bitcoin, a pesar de las críticas por el impacto de la transacción.

Bitcoin no es la única criptomoneda por la que luchan los mineros. En 2020 había más de 1650 criptomonedas disponibles, como Ethereum o Dogecoin. Todas compiten por el éxito que tiene Bitcoin, y es probable que más y más monedas ingresen al mercado.

Los expertos sugieren que la minería y el consiguiente consumo de energía seguirán aumentando a menos que el precio de Bitcoin baje significativamente. A esto se suman las empresas de hardware que juegan con la presión de producir componentes más potentes cada año, aumentando el consumo de energía de las tarjetas gráficas, con modelos de alta gama que utilizan más de 300W. El impacto ambiental que generan las criptomonedas solo empeorará.