La NASA y Blue Origin quieren crear gravedad lunar artificial

Con una sexta parte de la de la Tierra, la gravedad de la superficie lunar es una de las muchas condiciones variables en las que las tecnologías con destino a la Luna tendrán que pensar.
La NASA pronto obtendrá más posibilidades de pruebas gravitacionales lunares, gracias a una sociedad con Blue Origin. Esto aportará nuevas capacidades de prueba al sistema de cohetes de la compañía, New Shepard.
Actualmente, la NASA se aproxima a la gravedad lunar en vuelos parabólicos y en centrifugadoras especiales. Sin embargo, estos métodos entregan sólo segundos de simulación de gravedad lunar o, incluso, limitan la capacidad. Esto obliga a la NASA a buscar nuevas opciones de mayor duración y tamaño.
La nueva herramienta de simulación gravitacional de Blue Origin, busca responder a las necesidades actuales de tiempo y capacidad. Se cree que estará disponible a finales de 2022.
Las nuevas tecnologías de New Shepard harán que el vehículo utilice un sistema de reacción para hacer rotar la cápsula. De esta forma, toda la cápsula actúa esencialmente como una gran centrífuga para crear entornos de gravedad artificial para las cargas útiles en el interior.
Los primeros vuelos de Blue Origin, de este tamaño, realizarán 11 ciclos por minuto y de esta manera podrán proporcionar más de dos minutos de gravedad lunar.
Esta nueva capacidad es posible gracias a la ayuda de la financiación para el desarrollo y la compra anticipada de espacio de carga útil por parte de la NASA, como parte de su inversión estratégica en la industria de vuelos espaciales de EEUU.
La simulación de la gravedad lunar permitirá a la agencia probar y eliminar el riesgo de innovaciones críticas para lograr los objetivos del programa Artemis, así como la exploración de la superficie lunar y las aplicaciones comerciales con destino a la Luna.