Minecraft: cómo domesticar a un zorro

Minecraft es uno de los juegos más exitosos. Jugado por millones de personas en todo el mundo, la combinación de aventura y construcción ha capturado la imaginación de los jugadores y ha ganado una base de fanáticos apasionados.

Los jugadores pueden explorar los impresionantes mapas que el juego genera aleatoriamente, pero también pueden construir grandes e ingeniosas estructuras.

En Minecraft también encontraremos distintos tipos de animales que podremos domesticar para que actúen como compañeros fieles. Entre las especies para domesticar se encuentran los zorros. Sin embargo, el proceso no es simple, ya que los zorros tienen un proceso diferente de domesticación, a otros animales.

Dónde encontrarlos

Para comenzar con la domesticación, primero deberemos encontrarlos. Los zorros rojos estarán en el árbol gigante Taigas y veremos a los zorros blancos en el bioma de nieve. Suelen agruparse de dos o más y, en general, duermen de día y están activos de noche. Por esto, buscarlos durante el día es la mejor opción.

Cómo criarlos

Una vez que hayamos encontrado a dos zorros durmiendo juntos, deberemos construir un muro alrededor de ellos, de al menos dos bloques de altura, para que no se escapen. Para acercarnos y no despertar a los animales, debemos estar agachados. También existe la posibilidad de usar una poción de invisibilidad para no asustarlos.

El paso siguiente es darles bayas dulces, ya que estas les permitirán reproducirse. Las bayas dulces no son difíciles de encontrar y están en todas las variantes Taiga. Es conveniente conseguir bayas antes de encontrar y encerrar a los zorros.

Cuando los animales se reproduzcan, nacerá un zorro joven que intentará seguir a los padres y al jugador. Para alejar a la cría de los padres, una correa nos facilitará el objetivo.

Las correas se fabrican en una mesa de trabajo, poniendo dos cuerdas en el primer y segundo espacio de la primera fila; una cuerda y una bola de Slime en el primer y segundo espacio de la segunda fila y, finalmente, una última cuerda en el último espacio de la tercera fila.

Al usar la correa en nuestro pequeño zorro, éste seguirá nuestros pasos y no intentará volver con sus progenitores.