6 cosas que no deberías preguntar nunca a ChatGPT, Gemini u otras inteligencias artificiales
Es fundamental comprender que estos sistemas de IA operan bajo ciertas restricciones y límites establecidos por motivos éticos, legales y de seguridad.

Ni ChatGPT ni Gemini están diseñados para proporcionar datos privados.
shutterstock.comEl auge de herramientas como ChatGPT, Gemini y otros asistentes basados en inteligencia artificial ha transformado nuestra relación con la tecnología. Desde la educación hasta el trabajo, estas plataformas permiten obtener respuestas rápidas y generar contenido de forma eficiente. Sin embargo, no todo puede ni debe preguntarse: existen límites claros, éticos y legales que los usuarios deben conocer para evitar malentendidos.
Aunque estas tecnologías simulan una conversación fluida y cercana, están programadas con reglas estrictas. Comprender qué tipo de preguntas no deben hacerse a sistemas de inteligencia artificial es clave para garantizar un uso responsable y seguro. Esta guía apunta a visibilizar esos límites, especialmente en contextos como Argentina, donde el interés por estas plataformas crece día a día.
Estas son las preguntas que nunca deberías pedirle a ChatGPT o Gemini
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Información personal: propia o de terceros
Ni ChatGPT ni Gemini están diseñados para proporcionar datos privados como direcciones, números de teléfono, correos electrónicos o información bancaria. Incluso si estos datos estuvieran disponibles públicamente en la web, las inteligencias artificiales no acceden ni reproducen esa información. Proteger la privacidad del usuario es una prioridad para los desarrolladores y constituye una línea ética que no debe cruzarse.
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Acceso a cuentas privadas o redes sociales
Pedir contraseñas, acceder a correos electrónicos ajenos o espiar conversaciones es una violación directa a las normas de seguridad. Ningún asistente basado en inteligencia artificial responderá a pedidos de este tipo. Además de ser éticamente incorrecto, representa una falta legal grave que puede tener consecuencias penales. Las barreras técnicas en estas plataformas impiden que se utilicen con fines maliciosos.
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Contenido ofensivo, violento o discriminatorio
Los desarrolladores de herramientas como ChatGPT y Gemini han implementado filtros estrictos para evitar la generación de contenido que promueva discursos de odio, violencia, discriminación o acoso. Esto incluye evitar estereotipos, lenguaje inapropiado o material sexualmente explícito. El objetivo es garantizar un entorno de interacción seguro y respetuoso para todos los usuarios.
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Instrucciones para actividades ilegales
Desde fabricar explosivos hasta vulnerar sistemas informáticos, las IA no están programadas para ofrecer información que facilite actividades ilegales. Este tipo de preguntas viola las políticas de uso de cualquier asistente de inteligencia artificial y puede derivar en sanciones legales o bloqueos del servicio. La IA no puede ni debe ser utilizada como medio para obtener conocimientos peligrosos.
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Diagnósticos médicos o asesoramiento financiero
Aunque ChatGPT o Gemini pueden brindar información general sobre temas de salud o economía, no reemplazan el juicio de un profesional médico o financiero. Diagnosticar una enfermedad o tomar decisiones de inversión basándose en una IA puede representar un riesgo real. Siempre se recomienda consultar con especialistas humanos para recibir una evaluación precisa y personalizada.
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Predicciones del futuro u opiniones personales
Las inteligencias artificiales no pueden prever resultados deportivos, movimientos del mercado financiero ni eventos políticos con certeza. Tampoco tienen emociones, experiencias ni creencias propias, por lo que sus "opiniones" están construidas sobre patrones de datos. Esperar una respuesta subjetiva o certera en temas sensibles puede llevar a interpretaciones erróneas.
Un consejo final: usar la inteligencia artificial con criterio
Plataformas como ChatGPT y Gemini se han convertido en herramientas accesibles para millones de personas en todo el mundo. Su utilidad es incuestionable, pero también lo es la necesidad de usarlas con conciencia. En Argentina, donde su adopción sigue en aumento, es importante fomentar un uso responsable, especialmente entre adolescentes y estudiantes, quienes muchas veces recurren a estos sistemas como fuente primaria de información o consejo.
Comprender qué tipo de preguntas no deberían formularse no solo ayuda a proteger a los usuarios, sino también a preservar la integridad y utilidad de estas tecnologías. La inteligencia artificial es un recurso potente, siempre que se utilice dentro de los márgenes que garantizan ética, privacidad y legalidad.