Cine y tecnología: así se hicieron los efectos especiales de Terminator 2

Terminator 2 fue uno de los filmes que generaron un antes y un después en la industria audiovisual. Esta película encumbró definitivamente a Arnold Schwarzenegger y nos mostró nuevas formas de producir efectos especiales en los rodajes.

Terminator 2 hizo un uso extensivo de imágenes generadas por computadora (CGI) para crear los “robots” que protagonizan la película. En Terminator 2, dicha tecnología se requirió particularmente para el T-1000, que según se establece en el filme es una estructura de “polialeación mimética” (metal líquido).

La empresa Industrial Light & Magic fue la encargada de realizar estos sorprendentes efectos especiales desarrollados por computadoras. Además, la productora Pacific Data Images (PDI) se encargó de los efectos ópticos. Por último, el artista Stan Winston fue el encargado de los efectos prácticos.

En Terminator 2, los efectos especiales costaron más de 5 millones de dólares (algo que en el día de hoy es inverosímil por los costos actuales). Este desarrollo movilizó más de treinta y cinco personas e incluyó animadores, científicos informáticos, técnicos y artistas.

Para el caso, el supervisor de efectos visuales de ILM, Dennis Muren, comentó: “Todavía no hemos perdido el espíritu de asombro cuando vemos (los efectos visuales en el T-1000) que se acercan”. De hecho, los logros técnicos desarrollados en la creación de las imágenes creadas por computadoras (CGI) contribuyeron para que el filme reciba el Óscar a los mejores efectos visuales.

La película es una gran muestra de la superación y creatividad de sus desarrolladores. Inclusive, es una muestra de todo lo que los efectos visuales pude lograr en un filme. Fueron muchas las ocasiones en las que los empleados tuvieron que mejorar la tecnología existente e incluso inventar nuevas técnicas a la hora de rodar las escenas más importantes y complejas.

Una prueba de estas técnicas tan avanzadas para le época fue la escena en donde tuvieron que aplicar el “motion capture” para lograr capturar la forma de Robert Patrick (el actor que interpretó a T-1000). Para este caso, pintaron una cuadricula negra en todo su cuerpo para medir cada uno de los movimientos del actor. Además, utilizaron distintos ángulos y cámaras para luego insertar estos movimientos computarizados en la película.

Gracias a esta utilización de las CGI y los efectos especiales, fue posible registrar todos los movimientos del actor para después imponer los efectos del metal líquido sobre su cuerpo. Así fue como se crearon los modelos 3D utilizados y las escenas más icónicas y especiales de la película.