Todo lo que necesitas saber sobre el perro robot que la NASA mandará al espacio
Con sensibilidad y respuesta a las condiciones del terreno, el futuro de la robótica se prepara para un nuevo robot espacial.
Un equipo multidisciplinario de científicos e ingenieros está trabajando en el desarrollo de robots cuadrúpedos, inspirados en perros, para su uso en misiones de rescate lunar y en exploración planetaria. El proyecto LASSIE (Ciencia de Superficie Autónoma con Patas en Entornos Análogos), financiado por la NASA, involucra a investigadores de diversas universidades y del Centro Espacial Johnson de la NASA.
Durante cinco días de pruebas en el glaciar Palmer en Mount Hood, Oregon, el robot cuadrúpedo Spirit fue sometido a diferentes pruebas en terrenos variados, como tierra movediza, nieve blanda y piedras, lo que permitió a los investigadores evaluar y mejorar sus capacidades de movimiento y adaptación.

El equipo robótico prevé un rover con ruedas para cargas pesadas y largas distancias, un robot hexápodo para cargas intermedias y mayor movilidad, y un robot resistente similar a un perro, similar a una versión robusta de Spirit, que ofrece alta movilidad en distancias más cortas. Según los investigadores, el aspecto más fascinante de esta investigación es la capacidad de los robots para transformarse en estructuras como puentes o pirámides. Esto permite el rescate de un compañero de equipo atrapado en un terreno difícil, lo que recuerda a algo de Transformers o un escenario de "Survivor".
Mira cómo se desempeña el robot de la NASA:
Spirit, y otros robots similares, serán fundamentales para futuras misiones espaciales. Estos robots cuadrúpedos podrán navegar y aprender a través de entornos desafiantes, ajustando sus estrategias de locomoción para mejorar su rendimiento. Además, su capacidad para colaborar con otros robots les permitirá intercambiar información sobre el terreno y crear mapas de riesgo que informarán las exploraciones planetarias.
Los investigadores también están desarrollando otros tipos de robots con diferentes capacidades, como un rover con ruedas y un robot hexápodo, que podrán trabajar en conjunto para completar misiones y prevenir o recuperarse de fallas de locomoción en terrenos extremos.