Inteligencia artificial escribe una obra y contiene más sexo de lo esperado
Como si no fuera suficientemente malo que los teatros del mundo estén cerrados por la pandemia, ahora tienen que hacer frente a la idea de una inteligencia artificial asumiendo sus trabajos.
Una obra de teatro escrita en su totalidad por una inteligencia artificial, después de una breve intervención de humanos para que el algoritmo entienda la configuración básica, ha debutado en los escenarios por primera vez.
La obra de 60 minutos, realizada por el Teatro Švanda de Praga, en colaboración con el Centro Checo Londres, fue descrita como "contar una historia de alegría y dolor de la vida cotidiana, desde el punto de vista de un robot".
La inteligencia artificial utilizada para el proyecto, llamada GPT-2, fue creada por la compañía Optai, que fue co fundada por Elon Musk. El algoritmo genera texto basado en solicitudes de una computadora u otras oraciones generadas por la inteligencia artificial. La IA se puso en marcha para generar poesías y escribir artículos falsos.
Los resultados son mixtos, generando historias que están escritas con el estilo de artículos reales, pero con algunas pistas obvias que dan cuenta de que algo no está bien.
Por ejemplo, cuando se le entregó el titular "Después de golpear su ingle, un hombre terminó en el hospital durante 9 días con una erección de grado 4", la inteligencia artificial regresó con la siguiente historia:
Al convertir su algoritmo en una pluma para escribir una obra, la inteligencia artificial demostró que tampoco está lista para asumir esa tarea de los humanos.
El diálogo de la obra tenía una calidad extraña, incluso antes de que se tiñera de una atmósfera extrañamente sexual. En una escena, un niño le pide al robot que le diga una broma, a lo que el robot responde:
Podría ser divertido desde la perspectiva del robot. La obra tuvo lugar la semana pasada y la crítica dice que parecía extrañamente cachonda.
El robot continúa con líneas como "desearía que mi yo binario tuviera un cuerpo así" o "te haré el amor por todo tu cuerpo".
"A veces cambia personajes femeninos por masculinos o se aferra a algo irrelevante, por lo que el diálogo pierde su significado", dijo el experto en dramas, David Košťák, en un comunicado. "Y hay algo más con lo que el robot tiene dificultades: el subtexto. La obra no solo se trata de lo que dice el personaje, sino también sobre lo que piensa", sentenció
En cuanto a las ventajas sobre los humanos, Košťák dijo que "la diferencia entre un autor vivo y la inteligencia artificial es que la inteligencia artificial no contradice y es obediente". "Los autores a veces tienen dificultad para renunciar a sus ideas, en cambio la inteligencia artificial comienza a escribir de nuevo y simplemente lo hace sin quejarse".
En fin. Si la carrera en el teatro no funciona para el algoritmo, tal vez podría probar con el cine para adultos.